El teletrabajo es una modalidad relativamente novedosa. Hay empresas donde ya se trabajaba desde casa al menos algún día a la semana, sin embargo, desde hace tres años, debido a la llegada del coronavirus, se ha visto un aumento exponencial en implementar el trabajo desde casa y pasar menos tiempo en la oficina.
Este modo de trabajo también se debe a los cambios tecnológicos que se dan continuamente. El uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) va dando lugar a la implementación de novedades dentro de las empresas y formas de producción, a la vez que impactan directamente en la sociedad.
En general, los trabajadores buscan condiciones que les permitan conciliar su vida laboral con los demás ámbitos vitales (personal, familiar, social, etc.). En muchos casos, el teletrabajo permite una reestructuración en la vida de las personas aun cumpliendo con su jornada laboral habitual y así incrementar su bienestar.
No obstante, el uso de las TIC también genera la posibilidad de estar en contacto desde cualquier sitio y en cualquier momento, lo que facilita la intrusión del trabajo en espacios dedicados a la vida personal. Esto, sumado a la exigencia dentro de los trabajos por alcanzar mayor productividad, genera en las personas altos niveles de estrés difíciles de gestionar a nivel emocional.
Es importante dar cavidad e importancia al bienestar de las personas en sus trabajos, estos requieren mucho tiempo diario que influye directamente en la salud mental de los profesionales. Y, en concreto, los niveles altos de estrés se relacionan con la ansiedad dando lugar a menos productividad y empeoramiento de la salud y bienestar de las personas.
Tanto es así que, en muchas ocasiones este estrés puede llegar a cronificarse y dar lugar al llamado ‘Síndrome del burnout’ conocido como: síndrome del trabajador quemado. Se manifiesta en trabajadores debido al agotamiento físico y mental provocado por altos niveles de estrés laboral que acaban generando una pérdida de interés por las tareas de su puesto.
Evidentemente, la sintomatología no aparece de repente, es algo que aparece progresivamente.
El teletrabajo, sobre todo si es a largo plazo, conlleva una serie de cambios que pueden generar un estrés añadido al que puede aportar el puesto de trabajo en sí. Por ejemplo: adaptaciones en el hogar para tener un espacio donde poder ejercer, cambios en horarios y dinámicas de trabajo como reuniones telemáticas y más manejo de las TIC, lidiar con la posibilidad de hacer frente a las tareas en un espacio compartido con familiares (pareja, hijos, etc.) o, la dificultad de desconectar del trabajo. Todo esto puede llevarnos a un aumento de estrés, frustración y angustia que puede acabar en desarrollar cierta aversión y ansiedad respecto al teletrabajo.
Además, el teletrabajo conlleva realizar las tareas, la mayor parte del tiempo, en solitario lo que puede despertar sentimientos de soledad, sensación de desconexión respecto a compañeros o sentimiento de incapacidad respecto a la dificultad para poder comunicarse para llevar a cabo ciertos trabajos.
Todas estas variables afectan directamente en la persona. Para saber y reconocer si tenemos ansiedad por el teletrabajo justo debajo se destacan síntomas asociados:
– Sentimiento de angustia
– Problemas de concentración
– Dificultad para desconectar del trabajo
– Hiperventilación o sensación de ahogo
– Tensión muscular
– Problemas de sueño
– Dolores de cabeza
– Apatía o desmotivación
Si la ansiedad por el teletrabajo afecta a tu vida diaria y al desarrollo de tu actividad laboral, es conveniente que tomes un tratamiento para la ansiedad laboral.
Es de vital importancia poder encontrarse bien para poder afrontar todos estos cambios y que la ansiedad no nos limite o condicione. Desde Psicología EGS estaremos encantados de acompañarte en este proceso.
