Durante el periodo perinatal, embarazo y postparto, se producen cambios importantes para las personas implicadas. En rasgos generales tendemos a prestar más atención a los cambios de carácter físico y dejamos a un lado los cambios psicológicos y emocionales.
Desde la psicología perinatal se pretende cuidar las necesidades afectivo-emocionales de las madres, padres y bebés durante la concepción, embarazo, parto y postparto. Los acontecimientos que rodean esta etapa hacen que este período sea especialmente vulnerable.
Desde que la persona o pareja reciben la noticia de que van a ser padres, se producen cambios psíquicos importantes. La noticia supone un impacto que genera un cambio de identidad, y con ella inicia el proceso de convertirse en madre y padre.
Etapas psíquicas del embarazo
A nivel psíquico también se destacan tres etapas diferenciadas durante el embarazo: ambivalencia, movimientos fetales e hipersensibilidad.
La ambivalencia hace referencia, en principio, al primer trimestre de gestación. Durante estos meses la mujer experimenta todo tipo de sentimientos y emociones que se mezclan entre sí y pueden parecer contradictorias. Por un lado, la ansiedad, la impulsividad y la esperanza y por otro, la sensación de tristeza, aturdimiento o inseguridad.
Lo más frecuente respecto a la ambivalencia son los sentimientos que oscilan entre la satisfacción y la preocupación por la futura pérdida de libertad con el embarazo y crianza posterior.
En cuanto a cuándo comienzan los movimientos fetales, a nivel psíquico se empieza a ser consciente de que el bebé tiene vida propia y, los padres, comienzan a imaginar al bebé y describirle en función de sus movimientos.
En la última etapa, correspondiente a la recta final de embarazo, podría haber un incremento de la ansiedad debido al miedo en torno al parto y posibles complicaciones. La madre se prepara para dejar de ser uno y pasar a ser dos personas independientes, esto genera que la sensibilidad emocional aumente ayudando así a la madre a ponerse en el lugar del bebé y a ocuparse de sus cuidados.
Es importante destacar que el postparto también es un periodo vulnerable para la familia. Tanto la madre como el bebé se necesitan mutuamente.
Todos los cambios que se van generando durante este periodo permiten a la mujer una correcta adaptación evolutiva hacia la maternidad.
La transición a la maternidad genera cambios en todos los niveles, social, fisiológico y emocional, lo que supone una etapa en la que existe mayor riesgo para desarrollar problemas de salud mental. Teniendo en cuenta que, si existen dificultades emocionales anteriores al embarazo estas podrían afectar a la mujer durante este periodo y desarrollar algún trastorno durante o después de la gestación.
Exponerse a una mayor vulnerabilidad puede traer consigo más probabilidades de atravesar cuadros ansiosos o depresivos durante o después del embarazo. No obstante, hay factores que ayudan a la madre a sobrellevar este tipo de sensaciones.
Factores de protección en el embarazo y postparto
- El apoyo familiar y de la pareja es fundamental
- Rodearse de otras madres o futuras madres
- Estilo de vida saludable
- Adecuada gestión emocional
- Aumento del autoconocimiento
- Acceso a información
Todos ellos ayudan a la madre a contrarrestar la posible sintomatología.
Ansiedad y tristeza en el periodo perinatal
La ansiedad y tristeza durante el embarazo y postparto reciente son normales, como personas tenemos la necesidad de ir conociéndonos respecto a un periodo que genera cambios importantes en nuestra identidad y esto requiere tiempo. La ansiedad nos ayuda a protegernos, a anticiparnos y poder aumentar nuestro rendimiento. Y, la tristeza nos ayuda a parar y reflexionar sobre lo que nos está ocurriendo.
No obstante, lo importante es que la persona sienta que esta experiencia está siendo tolerable a nivel emocional. En el caso en que se sienta que la ayuda profesional podría ser necesaria, sería conveniente ponerse en contacto con una psicóloga perinatal.
Conóceme: Esther González Santos
