Tratamiento ataques de pánico

Los ataques de pánico indudablemente son incómodos e incapacitantes para las personas que los sufren. Cuando los ataques de pánico no se abordan es muy probable que existan un aumento en su frecuencia y, por ende, limite condicione a la persona que los está padeciendo.

Es importante poder abordar este problema desde la psicoterapia con un profesional especializado. La mayoría de las personas que han estado en tratamiento psicológico especializado aprenden a detectar y gestionar su ansiedad ante este tipo de situaciones tan angustiosas.

Si te siente identificado o crees que sufres de ataques de ansiedad o pánico, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y comenzar tu proceso cuanto antes.

Desde Psicología EGS podemos ayudarte.

Psicólogo especialista ataques de pánico

Cuando nos encontramos ante una crisis de pánico o ansiedad debemos saber qué medidas tomar, y más si estos ataques son recurrentes y ocurren habitualmente. Cuando esto sucede la mejor solución es recurrir a un especialista.

Desde Psicología EGS te ayudaremos y acompañaremos en todo el proceso. El tratamiento temprano de los ataques de pánico es de vital importancia, ya que puede prevenir otros problemas que tienen relación con los ataques de pánico como la depresión o los ataques de ansiedad laboral, o simplemente de ansiedad generalizada.

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Qué son los ataques de pánico

Son episodios repentinos caracterizados por sentir un miedo muy intenso que provoca cambios físicos graves cuando realmente no existe una causa o peligro real. La duración de estos depende de la persona, pero suelen ser episodios cortos, de una elevada intensidad. Cuando estos ataques empiezan a suceder con frecuencia, los denominamos trastorno de pánico.

Los ataques de pánico no tienen un patrón de aparición establecida, pueden darse desde varias veces al día, como algunas veces al mes o, incluso, al año.

El origen de los ataques de pánico suele estar en las situaciones en las que nos enfrentamos a unos altos niveles de estrés y de las que no sabemos cómo realmente salir.

Así mismo, entre otros de los orígenes de los ataques de pánico también están:

Abuso de sustancias como el alcohol y las drogas.
Consumo de nicotina y cafeína muy elevado.
Algunos medicamentos utilizados para otras patologías.
Problemas cardiacos o respiratorios.
Trastornos del estado de ánimo.

Imagen de una persona con un ataque de pánico

La frustración y la sensación de no tener salida nos bloquean y a raíz de ello aparecen diversos síntomas a nivel fisiológico.

Los síntomas que pueden aparecer durante una crisis de pánico son:

Hiperventilación
Falta de aire
Aceleración del pulso y latidos muy intensos
Mareos
Malestar general y sobre todo en el estómago
Presión en el pecho
Sudor
Temblores
Hormigueo en todo el cuerpo
Falta de aire/ sensación de ahogo

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No solo existen síntomas a nivel fisiológico, en ocasiones, un ataque de pánico hace que las personas tengan pensamientos recurrentes sobre lo que le está sucediendo o lo que ocurre a su alrededor. En ocasiones, la persona puede sentir que se observa a sí mismo desde fuera de la situación o tener la sensación de que lo que está viviendo puede no se real.

Además de tener la sensación de que puede perder el control de la situación en cualquier momento durante el ataque de pánico, miedo a una posible muerte o fatalidad y preocupación continúa por si se vuelve a repetir el ataque.

Los síntomas que presenta el trastorno de pánico pueden variar en su intensidad o en el síntoma en sí. Las personas que sufren estos ataques se angustian por la posibilidad de sufrir otro y realizan cambios a nivel personal, social, laboral que pueden llegar a tener un impacto considerable. Por ello, debemos saber cómo diferenciar cuando estamos teniendo un ataque de pánico y cuando algo de estos síntomas nos puede ocurrir por otras patologías.

Si en algún momento has sentido que alguna de estas cosas te ha pasado de forma intensa, existe la posibilidad de que hayas sufrido un ataque de pánico. Ponerse en manos de un psicólogo especialista en ataques de pánico siempre es la mejor solución. Desde Psicología EGS podemos ayudarte.

Psicóloga colegiada Esther González Santos M-35398

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Qué hacer ante una crisis de pánico

Los ataques de pánico ocurren de manera repentina e inesperada, por ello, debemos saber qué técnicas podemos usar en el mismo momento que sentimos que estamos sufriendo de uno de ellos.

Existen diversas maneras y estrategias para intentar prevenir un ataque de pánico o disminuir su intensidad una vez ya está pasando:

1. La respiración profunda

Uno de los síntomas más comunes de un ataque de pánico es la hiperventilación, respirar profundamente y focalizar la atención en inhalar y exhalar sintiendo cómo el aire llena el pecho y el abdomen puede reducir el propio síntoma y prevenir otros.

2. Saber reconocer que estás teniendo una crisis de pánico

Reconocer que lo que te está pasando es que estás sufriendo un ataque de pánico y ser consciente de que no es nada más grave, puede hacerte recordar que es algo temporal y puede ayudar a paliar el miedo aterrador que deriva en síntomas peores.

3. Cerrar los ojos e imaginar un lugar en el que la persona se sienta tranquila

Si te encuentras en un entorno acelerado en el cual hay muchos estímulos que están provocando el ataque de pánico, puede ser de gran utilidad que cierres los ojos e imagines que estás en un lugar que te de paz. Imagínate en ese lugar durante unos segundos dejando atrás aquello que te está provocando el ataque, disminuyendo los síntomas y ayudándote a relajarte.

Todas estas técnicas pueden ser de gran utilidad para prevenir o suavizar los ataques de pánico a corto plazo, sin embargo, debemos tener en cuenta que, cuando estas crisis se vuelven cada vez más frecuentes, la mejor solución siempre será ponerte en manos de un especialista.

Desde psicología EGS abordaremos tu caso de manera individualizada, teniendo siempre en cuenta tus preferencias y cuál va a ser el mejor tratamiento. En caso de necesitar más información no dudes en contactar con Psicología EGS para poder comenzar cuanto antes el proceso terapéutico.